El gobierno puso fin a la actividad aerocomercial del Aeropuerto Internacional de El Palomar inaugurado como público en el 2018. Lo hizo a través de un comunicado del ministerio de Transporte y el ORSNA ( Organismo regular del Sistema Nacional de Aeropuertos)
COMUNIDADO DE PRENSA DIA 14/12/20
Los efectos de la pandemia Covid-19 en la industria de viajes y turismo provocaron cierres de fronteras y una caída sin precedentes en la cantidad de pasajeros transportados. En la Argentina, desde marzo el tráfico cayó 98% versus el mismo periodo del año anterior. Los principales organismos internacionales como OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo), y ACI (Consejo Internacional de Aeropuertos) estiman que entre 2023 y 2024 se podría recuperar el volumen de pasajeros a niveles pre pandemia.
Frente al contexto de esta crisis económica y sanitaria resulta indispensable optimizar los recursos económicos de todo el sector, garantizando los estándares de seguridad e higiene de la actividad aeroportuaria. Ambos objetivos se cumplen hoy concentrando la operación en Ezeiza, asegurando un corredor sanitario seguro ya acordado con todas las compañías aéreas.
El aeropuerto de El Palomar hoy no se encuentra cerrado, está operativo. Opera la 1a Brigada Aérea de la Fuerza Aérea Argentina, cuyas aeronaves están técnicamente diseñadas y preparadas, por su misión, para operar en pistas de diversas características y condiciones. En su momento, habilitarlo como aeropuerto comercial, fue una solución precaria para la operación de las líneas aéreas “low-cost”. Una terminal de pasajeros con una superficie de 2.520 m , y una terminal satélite de 462m . (AEP 30.000m – EZE 104.000m ). Sin parkings habilitados para pasajeros, con un solo local gastronómico complementado con foodtrucks al aire libre sin resguardo climático para los pasajeros. Conservar las distancias sociales recomendadas por las autoridades sanitarias resulta imposible, y con un consecuente servicio al usuario deficiente para quien pudiera utilizarlo.
Adicionalmente a lo expuesto antes, en virtud de la pandemia y la crisis económica que la misma generó, no es sustentable mantener tres aeropuertos comerciales operativos en el AMBA. Teniendo a Ezeiza a 37 km y Aeroparque a 28 km, los dos aeropuertos más grandes y mejor preparados del país, se garantiza una operación segura y eficiente, en condiciones sanitarias optimas y con sobrada capacidad. Por los aeropuertos de la región del AMBA en promedio anualmente el volumen de pasajeros se encuentra en torno a los 20 millones en condiciones normales. No resulta económicamente sustentable mantener tres aeropuertos operativos para una misma zona de influencia con ese volumen de pasajeros, las ciudades que en el mundo cuentan con dos o más aeropuertos movilizan volúmenes no inferiores a los 50 millones de pasajeros.
La continuidad de la operación comercial del Aeropuerto de El Palomar exige realizar importantes inversiones no solo en la terminal de pasajeros para garantizar un servicio mínimo, sino sobre todo una importante inversión de reconstrucción de la pista de aterrizaje, construida de losas de hormigón y que presentan un altísimo nivel de deterioro con una vida útil actual remanente de 0 años. Este deterioro incluye además a rodajes y plataformas. Hoy las aeronaves para ser reubicadas deben ser remolcadas, este se debe al riesgo de ingesta en caso de autopropulsión producto del desgrane de piedras de las losas de hormigón que componen estas superficies. El monto de las inversiones requeridas tiene un valor superior a los 4.000 millones de pesos. Destinar estos recursos a El Palomar representaría dejar de realizar obras en varios aeropuertos del interior del país, cuando existen dos aeropuertos cercanos sobradamente preparados para absorber las operaciones comerciales hasta hoy allí desarrolladas.
La propuesta del Gobierno para las empresas “low-cost” fue de seguir operando manteniendo el acuerdo comercial, con las misma bonificación de tasas aeroportuarias que contaban en El Palomar, a efectos de garantizar los puestos de trabajo, la seguridad de la operación, la seguridad sanitaria de pasajeros y empleados, y también, cuidando los recursos y haciendo una asignación federal de las inversiones. En el contexto de la peor crisis mundial en la industria aerocomercial, las empresas “low-cost” que sobrevivieron al macrismo y a la pandemia acordaron que operarán, al igual que Aerolíneas Argentinas, desde el Aeropuerto de Ezeiza y luego desde Aeroparque, cuando éste sea reinaugurado.
En este sentido, tanto Jetsmart como Flybondi, acompañaron y entendieron la propuesta del Gobierno, comprendiendo la irracionalidad que implica en este contexto sostener un aeropuerto operativo para un número reducido de operaciones, con los gastos que ocasionan para el Estado, para las empresas y para organismos que deben prestar servicios como ser PSA, Migraciones, ANAC, Aduanas, Sanidad de Fronteras, EANA, etc.
Con el acuerdo alcanzado entre las autoridades nacionales y las líneas aéreas “low-cost”, no solo el sistema adquiere mayor racionalidad, sino que estas empresas y sus pasajeros alcanzan una importante mejora en las condiciones de prestación del servicio y su operación. Además, a futuro podrán operar en el nuevo Aeropuerto Jorge Newbery.
14 de Diciembre de 2020.- |